Juego: Nikoderiko: The Magical World
Plataformas: PS5, Switch & Xbox Series X|S
Género: Acción / Plataformas 2D
Jugadores: 1-2 jugadores (offline)
Desarrollador: VEA Games
Publicador: Knights Peak
Clasificación: E (Todo público)
Formato: Digital
Idioma: Inglés, Español & Otros
Precio: USD $29.99
Lanzamiento: 15/10/2024
Toca turno de ver lo que nos ofrece Nikoderiko: The Magical World, juego que rinde tributo a juegos plataformeros de antaño como Donkey Kong Country y Crash Bandicoot, haciéndonos sentir una falsa nostalgia como si fuera una nueva aventura de una vieja mascota perdida en el tiempo.
En esta reseña veremos que diferencia a Nikoderiko (para acortar) sobre otros títulos similares que probablemente hayamos jugado en el pasado:
Historia
Al empezar se nos muestra como el dueto de aventureros Niko y Luna llegan a un templo escondido en búsqueda de un gran tesoro. Después de sobrevivir a muchas trampas (dignas de un profesor de arqueología), logran hallarlo aunque no nos durara mucho el gusto ya que es expropiado por el tiránico barón Grimbald y su ejército de cobrings.
Lejos de amedrentarse este par de mangostas (no confundirlos con marsupiales o algún otro animal), deciden recuperar su tesoro y de paso derrotar a Grimland que aterroriza la isla donde nos encontramos. La trama del juego básicamente nos sirve como excusa para iniciar nuestra aventura, no encontraremos una historia extensa e intrincada, sin embargo hay otros elementos que nos pondrán contexto de lo que anda pasando.
En nuestras andanzas nos encontraremos entre nivel y nivel a varios pintorescos personales: algunos nos ayudarán directamente como Rivar el Inventor que tiene una tienda/taller y otros nos harán pasar momentos jocosos con sus charlas fuera de lo común (incluyendo a algunos enemigos que no parecen muy listos.

También tendremos algunas escenas extras en los niveles de los jefes, que si bien no suelen ser importantes para la trama si nos permite conocer más sobre la personalidad de Niko y Luna.
Gameplay
Como mencionamos este título presta tributo a otros juegos, recordándonos principalmente a los juegos de Donkey Kong Country por su esquema de niveles, recolección de ítems e incluso el uso de monturas animales.
Nuestros movimientos son muy variados: podemos atacar deslizándonos, dar un pisotón, rebotar en las paredes, flotar en el aire con una manta e incluso cargar y arrojar objetos (como barriles). Dándonos un gameplay muy dinámico, al que no tardaremos en acostumbrarnos.
Los enemigos aunque no ofrezcan demasiada variedad, si tienen una forma particular de derrotarlos. No bastará con caerles encima o atacarlos de frente; habrá enemigos que nos dañaran si no los atacamos de la forma correcta (por ejemplo tendremos que tener cuidado con las púas de un enemigo erizo).
El pisotón nos será muy útil no solo para atacar (tiene un rango amplio y no tenemos que tocar a un enemigo directamente para dañarlo), sino también para romper algunos objetos en el fondo y obtener algunos ítems extra.
Si bien la mayoría de los niveles son de scroll lateral donde nuestra misión será llegar del punto A al punto B, en ocasiones podremos movernos en tres dimensiones hacia arriba y hacia abajo. Esto nos recuerda un poco a lo visto en juegos de Crash Bandicoot, aunque no es un elemento muy explotado y pareciera en ocasiones que solo se usa como un elemento visual.
Un elemento que no podía faltar en un juego de este estilo son las escenas de bonus ocultas. Normalmente están fuera de la vista y tendremos que buscar un pasadizo secreto o un barril oculto en las alturas, ofreciéndonos un buen reto al hallarlos. No suelen ser muy difíciles de completar, dándonos misiones variadas como juntar todas las estrellas o derrotar a todos los enemigos. Aunque si no tenemos cuidado tenemos que repetirlas una y otra vez (si fallamos podemos volver a intentarlo sin penalización aparente).
Las monturas animales serán de gran ayuda. Entre los animales que nos ayudaran están una rana con útiles ataques de agua y un gran salto, un cocodrilo que se ve comer a nuestros enemigos, un dragoncito de mar que arroja un potente laser, un murciélago con el que podremos volar y realizar ataques de chillidos y un feroz jabalí que atrasa todo a su paso.
Dependiendo el nivel se nos ofrecerá la ayuda de algún animal en específico, pero también podremos invocar a mitad de un nivel a algún animal que hayamos comprado en el taller del juego (aunque habrá áreas donde no podremos utilizarlos).
En esa misma tienda podremos obtener objetos coleccionables para nuestro museo (que sirve de galería). Obteniéndose a través de cofres que nos ofrecen un objeto al azar.
Es aquí donde podremos utilizar los diferentes ítems que hallaremos dentro del juego, estando la mayoría escondidos dentro de los niveles.
Si bien objetos como monedas, luciérnagas y pergaminos tienen uso en el taller, también podremos recolectar coleccionables como gemas, llaves y letras que forman la palabra «N-I-K-O». Estos coleccionables no tienen un uso directo dentro del taller, pero si nos servirán para obtener el 100% del juego.
Un detalle curioso es que la obtención de luciérnagas parece estar inspirado directamente en los juegos de Rayman. Normalmente al recolectar un conjunto de ellas se nos premiará con algún ítem especial. Igualmente al terminar un nivel golpearemos la señal de salida muy al estilo de lo que hace la mascota de Ubisoft.
La isla donde nos encontramos se divide en siete secciones o biomas. Cada una de éstas tendrá su sello característico haciéndonos pasar por bosques, selvas, tundras congeladas, minas (donde no faltarán los carritos mineros), una fábrica e incluso un mar sin agua. Teniendo cada una cierras características que las hacen únicas.
Escenarios muy variados donde no podían faltar niveles de minas
Algo que hay que mencionar es que los niveles acuáticos de este juego fueron muy divertidos gracias a la buena movilidad que se implementó dentro del agua. Tenemos un ataque giratorio que no solo nos permitirá atacar a los enemigos, sino que también nos permitirá nadar rápidamente (con el plus de dar grandes saltos si lo usamos antes de salir a la superficie).
Las batallas con los jefes suelen seguir un formato similar en sus etapas de ataque. El jefe nos ataca con ciertos patrones hasta llegar el turno de poder atacarlo (arrojándole algo de vuelta por ejemplo) y se repite esta acción hasta que lo logremos derrotar. Esto nos obliga a actuar con calma y no movernos precipitadamente, en general los jefes no son muy difíciles aunque el jefe final da algunos dolores de cabeza.
Algo bueno es que cada uno de los jefes tiene su propia personalidad y son hasta cierto punto carismáticos para ser nuestros enemigos. Igualmente no nos limitaremos a un solo estilo de gameplay pudiendo enfrentarlos tanto en dos dimensiones como en tres.
Gráficos
Nikoderiko nos ofrece un estilo artístico muy colorido con personajes carismáticos. Igualmente cada uno de sus niveles está bien cuidado y lleno de detalles, ofreciéndonos nuevas cosas que ver en cada sección.

Las cinemáticas igualmente están muy bien hechas (con un buen toque de humor), dándole más vida a los pintorescos personajes que nos ofrece este título.
Música y sonido
Al empezar a jugar notaremos que la música resulta extrañamente familiar, teniendo un toque que nos recordaba a temas de otros títulos. Y eso pasa justamente porque los temas de Nikoderiko los compuso ni más ni menos que el veterano compositor David Wise (el mismo que creó el soundtrack de Donkey Kong Country).
En su mayoría nos hallamos temas amenos y joviales. Por la música no tendremos nunca queja, aunque quizá faltó un tema que sirviera de himno para este juego para poner la cereza en el pastel.
Los diálogos del juego no los encontraremos en español, aunque eso no quita que se nota mucho entusiasmo en la actuación de voz. Afortunadamente todo el juego está debidamente subtitulado así que no nos perderemos nada de lo que está sucediendo.
Replay value/Otras cosas
El juego no es ni muy largo ni muy corto, me tomo casi 8 terminar el juego en mi primera «vuelta» logrando recolectar cerca del 80%. Esto en su dificultad «Normal», tratando de recolectar la mayoría de los coleccionables, dejando pasar los que estaban verdaderamente ocultos (en ocasiones hay que hacer saltos de fe).
Obviamente terminar el juego por completo es el verdadero reto, pero no deja de ser algo opcional. Aquellos jugadores que solo quieran pasar el rato pueden optar por una opción de dificultad más accesible en la que se podrán enfocar en pasar de nivel en nivel sin preocuparse mucho de los enemigos.
Conseguir todas las reliquias del taller nos tomará muchos recursos
Otra opción que alarga la vida de juego es su modo cooperativo dónde dos personas podrán jugar localmente a la vez. Siendo otra experiencia de juego aún ya habiéndolo terminado en su modo de un jugador.
También si nos aburrimos de utilizar a algún personaje muy seguido podremos cambiarlo antes de iniciar un nivel, aunque ciertamente solo es algo estético al contar ambos personajes con los mismos movimientos.
Conclusión:
Cómo mencionamos Nikoderiko: The Magical World toma elementos de otros títulos del género, creando algo totalmente nuevo a forma de tributo.
Aquellos jugadores que sientan hambre por jugar algo similar a un Donkey Kong Country hallarán una buena alternativa aquí. Quizá una mangosta no tenga tanta personalidad como un orangután con corbata o un marsupial naranja, pero en cuestión de gameplay no tiene nada que pedirle a otro juego del género.
En este título sobre todo se nota el entusiasmo y el entendimiento de los desarrolladores a lo que tiene que ser un juego plataformero busca secretos. Mereciendo que le echemos un ojo tanto por la diversión que nos ofrece como a su precio reducido (una ganga hablando de calidad/precio en un título nuevo).
Mi veredicto final:
Si buscas un juego plataformero a la usanza de la vieja escuela, que este lleno de secretos, personajes carismáticos y que tenga una excelente jugabilidad; este juego es…
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