Este es uno de esos juegos que me alegro no haber tocado nunca porque sin duda hubiera significado un fin de semana echado a perder en el que hubiera dejado botado este juego si lo hubiera rentado y hubiera tenido que salir a algún parquecito a jugar y montar en bicicleta (tal vez los juegos malos tienen alguna razón de ser después de todo).





